jueves, 9 de septiembre de 2010

QUIRON EN LEO

Con Quirón en esta posición, nuestra capacidad de ser espontáneo puede verse disminuida; nos sentimos incapaces de soltarnos para disfrutar sin trabas del momento, o –cuando lo hacemos- nos dejamos deslizar a extremos potencialmente destructivos. Con frecuencia con este emplazamiento vieron cómo su espontaneidad era gravemente aplastada en su niñez, y son hipersensibles al ridículo. Hay quien se enfrenta a esta situación haciéndose el payaso, defendiéndose anticipadamente del ridículo al hacer que la gente se ría de él. Otros se invisten de una máscara noble, casi regia, que los hace parecer siempre tranquilos y controlados, y así hacen que sean los demás quienes se sientan desaliñados y ridículos. Nuestra creatividad y nuestra capacidad de expresarnos son lo que puede estar herido con este emplazamiento de Quirón. Tal vez en la infancia hayamos tenido que renunciar a una posibilidad creativa que nos estimulaba, o nos vimos obligados a montar el espectáculo para gloria de nuestros padres... algo en el estilo de «Mira qué bien toca el niño el instrumento musical!». Una lección física o un fracaso inexplicable pueden haber abortado una carrera promisoria en el mundo del espectáculo. Hay muchos que pueden fracasar en su carrera personal como actores pero pueden llegar a ser sumamente hábiles para apadrinar, promover y facilitar la creatividad y la expresión personal en otras personas, con frecuencia valiéndose de técnicas que encaran a las personas en su totalidad en vez de limitarse a enseñar habilidades. Con Quirón en este signo, es probable que hayamos aprendido desde temprano que lo que expresamos no es bien recibido. Nuestras primeras creaciones son la orina y las heces, y según cuál sea la actitud de nuestros padres hacia nuestras excreciones, podemos llegar a creer que lo que producimos es sucio, inaceptable y molesto. Más adelante, si nos esforzamos por expresar algo genuinamente nuestro, puede suceder que tropecemos con un terror inexplicable, con bloqueos a la creación, resistencias y conflictos internos. Quizás estemos más ansiosos de liberarnos mediante alguna forma de creatividad que de ninguna otra cosa, pero seamos totalmente incapaces de hacerlo. Con frecuencia, tras esta aparente incapacidad se oculta experiencias y sentimientos dolorosos del pasado, y es probable que si somos capaces de aceptar estas heridas el bloqueo desaparezca. Algunas personas enferman cuando se ven frente a la posibilidad de hacer algo creativo, especialmente si es algo que les exige mostrarse o actuar frente a un público. La posibilidad de constituirse en espectáculo les produce una sensación de vulnerabilidad que se expresa físicamente como enfermedad. Por un lado, es probable que sientan una falta de confianza, pero por otro también puede ser que alberguen un deseo inconsciente de ser estrellas más resplandecientes que cualquiera de los que le rodean, héroes o heroínas de proporciones desmesuradas. Generalmente, son más conscientes de lo primero, y es probable que tengan muchas dificultades para admitir su necesidad de admiración.Darse un poco de lustre frente al espejo es muy importante para los que tienen a Quirón en Leo, ya que pueden estar gastando muchísima energía en el intento de mantener a raya su fantasía de llegar a ser superestrellas. Es probable que, por mas deseos que tengan de alcanzar la belleza, adulación y fama, todo esto nos sea negado. Quizás pongamos a otros en un pedestal, y ello propicie la envidia, como le sucede a la Reina de Blancanieves, a quien le enfurece el hecho de no ser «la más hermosa». Si no podemos reconocer estos desagradables sentimientos de querer arruinar el éxito, la buena suerte y los logros artísticos de los demás, es probable que gradualmente vayamos agriando y destruyendo todo lo que hemos creado en nuestra propia vida. Nos limitaremos a mantener perpetuamente abierta nuestra herida ocultando nuestras aspiraciones creativas, con el pretexto de que no son importantes, o denigrando las cosas que en realidad más nos interesan. Con frecuencia temeremos la envidia ajena, y puede suceder que lleguemos a complicarnos la vida con personas envidiosas y vengativas cuando corremos el riesgo de librar nuestra vena creativa. Con este emplazamiento puede ser útil que aprendamos a distinguir entre crear para impresionar a los demás y adquirir poder y prestigio, solo por el placer de hacerlo. También es posible que seamos incurablemente ingenuos y estemos convencidos de que si nos comportamos con nobleza la vida nos tratará de la misma manera. Sin embargo, si en repetidas ocasiones eso no sucede, es probable que nos quedemos perplejos o nos deprimamos. Aunque tengamos fe en la bondad básica de la gente, también puede suceder que estemos ansiosos de estar a salvo de la mezquindad del mundo, y que al hallarnos en situaciones que nos exigen hacernos valer o buscar desquites ingeniosos, demos marcha atrás y, considerándonos por encima de semejantes mezquindades, ocultemos nuestro miedo con el desprecio y con actitudes en el estilo de «Yo estoy por encima de esas cosas». A estos nativos se les hace difícil aceptar el lado bajo e innoble de la vida. Prefieren ver las cosas desde el ángulo de los grandes gestos, las actitudes teatrales y los dramas arquetípicos del corazón y sus pasiones. A veces, al mismo tiempo que miran con disgusto la mediocridad, la mezquindad y la tracción a uno mismo que nos impone a todos la vida, se sienten avergonzados de su propia pequeñez de corazón. También el sufrimiento pueda llegarles a través de los hijos. Quizás no pueda tenerlos, por mas que los desee; puede ser que nazcan enfermos o disminuidos o que mueran jóvenes; tal vez se sienta heridos por ellos, por que no lo valoran, o lo envidian, o por mil razones; pero también los hijos pueden ser fuente de júbilo y de sanación, gracias a su generosidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DEJA TU COMENTARIO