La arena se ha utilizado para purificar el agua desde hace más de 6.000 años, un método que en sociedades donde el agua embotellada se paga a precio de oro puede parecer algo rudimentario, pero que ha sido respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ahora, investigadores de la Universidad de Rice en Houston (EE.UU.) han logrado crear una especie de «superarena» que puede hacer esta misma función de una forma mucho más eficaz. Según el estudio, publicado en la revista Applied Materials & Interfaces de la Sociedad Americana de Química, este nuevo material podría ser «una bendición económica» para los países en desarrollo, donde más de mil millones de personas carecen de agua potable y se ven obligadas a beber agua contaminada cada día. Mainak Majumder y sus colegas de la Universidad de Rice utilizaron un nanomaterial llamado óxido de grafito para mejorar la filtración de la arena de una manera barata y eficaz. Con esta idea, cubrieron los granos de arena con el óxido de grafito, creando una «superarena» que elimina con éxito el mercurio y las moléculas colorantes del agua.
En un test para analizar el nivel de mercurio, la arena corriente se saturaba tras diez minutos de filtración, mientras que la «superarena» era capaz de absorber el metal pesado durante más de 50 minutos. Esta filtración, según los científicos, «es comparable a la de algunos dispositivos de carbón activado que están a la venta». Los investigadores continúan investigando para mejorar la eficacia de su ingenio, de forma que pueda eliminar aún más contaminantes.
Fuente : ABC
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